Consumo responsable y decrecimiento
Parte I

Parece que viviéramos en un planeta con recursos ilimitados.


El modelo económico del crecimiento se apoya en un consumo elevado de bienes y servicios, lo que nos lleva a intensificar y optimizar los procesos de producción, distribución y venta para la obtención del máximo beneficio económico en el menor tiempo posible. La economía se ve favorecida por un complejo sistema financiero altamente globalizado. El PIB es el indicador más representativo del “bienestar social” y, por lo tanto, su crecimiento es el objetivo prioritario. Sin embargo, el PIB crece al tiempo que aumenta la desigualdad social.


El modelo de crecimiento económico se ha caracterizado en el último siglo por un consumo exponencial de combustibles fósiles, la extensión y explotación intensiva de las tierras cultivables, el retroceso del espacio ocupado por los bosques, la reducción de las reservas pesqueras, la pérdida de biodiversidad y la emisión de gases de efecto invernadero. Todos estos factores suponen agresiones medioambientales irreparables y una fuerte degradación de la biosfera.


El impacto del hombre en la naturaleza en los dos últimos siglos es irreversible, acelerado y creciente. La explosión demográfica y el crecimiento exponencial del consumo energético están en el origen de este proceso. Veamos algunos indicadores de impacto ambiental:





Fuente: WWF Informe del Planeta Vivo 2016



Supercolaborador Antonio López-Fuensalida

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